Sin que sirva de precedente
Los patos pueden hacer de todo aunque a medias. Aves que vuelan ¡pero cómo vuelan! Corren cual ellos mismos. Y ¿les habéis visto nadar? Pues eso, yo como los patos pero ¡sin que sirva de precedente!
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El error como fuente de conocimiento (II)
(En el saco de: Tubos de escape)
Un día en la vida de una gilipollas.
Anoche miré reiteradamente el tiempo previsto (los ingleses lo llaman forecast). Era muy importante para mí que no lloviera. Me levanto con el firme propósito de hacerlo. Poner en marcha mi plan. Hacía casi diez días (de martes a miércoles incluidos) que me había comprado una moto y no había parado de llover desde el mismo momento en que la aseguré. Hoy ha sido mi día. Me ha llevado 60 minutos exactos llegar a la oficina (andando llego en 10').
Administrar solamente con dos manos: casco, guantes, seguro de la rueda delantera, seguro de la rueda trasera, motxila, bolso, documentación, y quitar el coche de delante de la moto es tarea prácticamente inabordable. Abro el asiento y meto la documentación, cierro, ¡ay! no, los guantes, los meto y ya los sacaré cuando consiga arrancar. La llave azul para el seguro azul. No, hay que desbloquear antes, que no llego. Joder, la luz del garaje se apaga. A ver, enciendo el coche y pongo la luz y luego lo moveré. Sssstupendo, la motxila al suelo, total, no importa, no hay nada frágil. Quitados los dos seguros. Abro el asiento, los meto, voy a cerrar el asiento, ¡no! el bolso mejor lo meto, cierro el asiento.
Bien... Sólo me falta arrancar la moto y moverla, arrancar el coche y moverlo. Idiota soy, he vuelto a bloquear la moto. ¡No! Las llaves estaban en el bolso y he metido el bolso en el asiento y lo he cerrado. ¡Joder! Tengo que ir a casa a por la copia de la llave. Mierda, también tengo las llaves de casa en el bolso. Joder, voy a tener que descerrajar el asiento en mi primera ronda. ¡Carrerón llevas, Rossi de_los_cohones!. A ver, lo primero la moto, que no se caiga. ¡Ah! Mira tú, las llaves estaban puestas en la moto. ¡Uf! Menos mal. Bueno, a ver. La saco del fondo de la plaza de garaje. Diez minutos después de intentar subir la moto al pedal_ocomosellame_eso_que_la_sujeta la apoyo en la pared. Arranco el coche, lo meto hasta el fondo. ¡Bien! Ahora solamente me queda ponerme el caso. Mierda he cerrado el coche y lo había dejado en el asiento del coche. Abro el coche. Me pongo el caso. Ahora a arrancar. ¡Mierda! No le queda batería a la moto. ¡Mierda! A ver. Tranquila. No, es que hay que frenar a la vez que arrancas. ¡Joder! Bien. Ahora cómo alcanzo la motxila que está en el suelo. ¡Joder! Apago la moto. Me bajo de la moto, la sujeto con una mano mientras intento tirar de la motxila con la otra. Me la encajo a duras penas, sobre la chupa de cuero rojo que me había calzado para la ocasión. Tres cuartos de hora después de haber entrado aparezco por la puerta del garaje, con aspecto de hormiga atómica, justo cuando el encargado estaba bajando a ver si me había tragado la tierra.
He llegado a la oficina después de parar en todos los semáforos naranjas. Es una sensación nueva para mí, normalmente en naranja acelero. Tres asuntillos de nada y a la calle. Reunión a 6 kilómetros de la oficina. ¡Cómo! ¿No vas a ir en moto? ¡Pero si es lo mejor que puedes hacer, practicar por carretera! Razón llevas. A por ellos que son pocos y cobardes. Joder. ¡Cuánto se pegan los coches! Llego. Mierda. Las motos son para los decididos. Como dudes un segundo te caes con todo el equipo. Frío pelotero y yo con los guantes dentro del asiento. "A la vuelta me los pongo". ¡Y un huevo de paloma! El tío que me ha hecho ir hasta allí es imbécil. O me ha visto cara de gilipollas, que bien pudiera ser, o se ha creido que por ser mujer se me puede tomar el pelo. Me vuelvo. Orgullosa de mí más por la moto que por haberle dejado a ese con cara de faneca. A correos. Dos paquetes. La motxila va cargándose. Al otro correos. Otros dos libros. A la ferretería, "oiga, que estos tornillos no eran". Al cristalero, necesito topes transparentes, sí, como esos, deme dos docenas, juer qué caros. A la oficina. Descargo. Ahora con guantes. Adrenalina a tope. Las arrancadas en los semáforos me dan pánico. Ni qué decir cuando tengo que parar la moto, subirla en ese pedestal y ponerle el candado para una puñetera pregunta al de la librería, es demasiado para este cuerpo serrano que se han de comer los gusanos.
A las 5 de la tarde, como los toros, me he encaminado a meter ese mihura en el corral. Y entonces ha sucedido. Cientos de niños por las aceras, recién descargados del autobús escolar, cientos de coches intentando sobrepasar a esa moto que tarda tanto en entrar al garaje. Miedo escénico suficiente como para dudar al subir a la acera y zás. ¡Me he pegado una galleta de las de antología! Las ostias saben a vanidad maltrecha y el dolor más persistente es el del orgullo por los suelos.
He tomado una decisión: Vendo moto. Nueva. 43 kilómetros. Seguro pagado hasta Noviembre de 2005. Regalo casco y amor propio por no poder atender. Razón aquí.
Salud, cultura, anarquía y recuerdos graciosos tengan ustedes.
(Debemos reconocer que la moto es preciosa ¿eing?)
Oiga, que si la moto le va a servir para seguir colgando post como este ¡no la venda! Venga, que sólo es cuestión de práctica. Besos en el casco y en el amor propio.
Bueno, Jaio, sólo fue el primer día; seguro que los siguientes, con la práctica y tal y tal, le vas cogiendo el tranganillo.
(jejejejejeje; lo que me he reído leyendo esto. Me recordó mis apuros con el puñetero coche durante los primeros meses. Creo que debo ser la única persona en el mundo que a raíz de comprar el coche adelgazó un montón).
Estoy con Yogu: unos cuantos guarrazos más no duelen tanto pero ¡y lo que nos vamos a reir leyéndolos! (hágalo por su público, que tanto la admira y a quien tanto debe).
Besitos, Jaio.
Y si eso es en Bilbao, imáginate Madrid, que es la puta jungla.
Mmmfmmm (lo estoy intentando, de verdad...) jajjaja (no he podido), lo siento, Jaio, pero es que se me saltan las lágrimas de la risa. Justo cuando llego a casa después de un día horrible, leo esto y... se me pasan todos los males. Espero de verdad que lo único herido sea tu orgullo, y que no vendas tu moto, aunque sólo sea por tu amado público, que dicen por ahí arriba :D
Puede que sea "un día en la vida" (o sea que no habrá más como ese), pero no creo que le haya pasado a "una gilipollas". Por lo menos yo quiero creer que no, porque la primera vez (y última) que me subí en una vespino también me caí y demás detalles sórdidos que afortunadamente olvidé. En cualquier y pese a que debería haberme sentido hermanada en al desgracia, además de gilipollas debo ser una cabrita porque no me he podido aguantar y anda que no me he reido :)
Y no sé por qué me ha recordado a esta historia de Canopus,
http://canopus.blogalia.com/historias/21606
Por lo demás, y aunque creo que está claro, no compro vespino ni borracha :)
Noooo, Jaio, por dios, recapacita, no la vendas. Cuando le pillas el truquillo la sensación de ir en moto es alucinante, fría pero alucinante. Dale otra oportunidad a la niña, pero un domingo, en plan relax, y ya verás como no te deshaces de ella. Más difícil es tocar la batería ;-) Y sino ya hablaremos del precio. Bicos e apertas.
Jaio, eres de las mejores espías, pero puede también que de las peor habladas.. ja ja. Nunca olvidaré el provilegio de haberte visto unas horas antes del suceso último y esa tensión que potencia todo lo que consigues que suceda. No me importa que dejes la moto aparcada, se que irás a mayores para nuestro disfrute.
Caray, no sabía que un bicho con dos ruedas diera para tanto. ¿Ha pensado usted en tener algún día aburrido, para variar?
Le presto mi bici estática, esa que nunca he abierto porque sólo la compré para evitar remordimientos de conciencia por mi peso. De esa no se cae, seguro.
Jaio, qué pena no haberme cruzado contigo (visualmente) por la calle ese día.
Oye, yo estoy haciendo una megawhoppervitrina descomunal(adivina para qué colección) estos días y me ha llamado la atención eso de los "topes" en el cristalero. Yo iba a usar unos taquitos para alojar las baldas de cristal, ¡no me digas que se pueden usar unos transparentes! ¿pero de metacrilato? ¡que yo los tengo que perforar! ¡¿quién es tu cristalero?! ¿es del barrio? ¡Yo me he tenido que ir hasta cuatro paradas de metro más arriba y con un sherpa para guiarme!
¡No la vendas!
Te pido por favor que renuncies a vender esa maquina diabólica.
Si te quedas con la "jamoto" prometo no lanzar mas improperios a los gilipollas sin-cascos-que-van-a-cien-por-hora-adelantándome-por-la-derecha ya que tendré la imagen de tu periplo motera en mente ;p
Yo no tengo moto porque en Galicia es un poco absurdo, al menos si lo haces por cuestión de ahorrar, por útil de uso en tiempo libre es elemento de temporada.
Pero Jaio, tu eres mucho más valiente que nadie, así que no puedes rendirte a las primeras de cambio...
MEJOR AUN.....¿Y SI LE PONE SIDECAR A LA MOTO? Sería espectacular verla a toda pastilla circulando con su casco y la chupa de cuero, bufanda al aire, al grito de:
¡¡REVOLUCION Y ANARQUIA !!
Buahhh!!! no la vendas, te iras acostumbrando. esa moto mola y te aseguro ke hay cosas ke te pueden hacer sentirte mucho peor:
el otro dia iba por la calle la paz (una calle super centrica de vitoria, ke bueno, esta el corte ingles ahi, no os digo mas) y habia una kakita (no era kakita precisamente pero bueno) de perro y buah, fue una chica y no solo la piso si no ke se resbalo, se cayo y probablemente tambien se mancharia la ropa. eso si ke tiene ke hundirte jaja. yo al principio no sabia donde meterme porke me estaba partiendo el ojal pero luego ya me dio mogollon de pena, aunke es una parida si te paras a pensarlo. pero eso, no la vendas!!!
No me diga que tira la toalla por un mal recuerdo de la primera vez. De tiempo, estas cosas son así. Al principio imaginas las cosas maravillosas que harás y que podrás sentir. Luego nada. Acaban en dos minutos tus ilusiones.Siempre ocurre, ¿sabe? ¡Claro que lo sabe! No se moleste en dialogar: Cambie a uno mejor.Y así no renunciará a su ilusión. ¡Perdone! ¿Usted hablaba de una moto? Disculpe...
Yo también tengo una moto pequña y aunque ya he pasado la etapa de frustración por torpeza y complejidad, te entiendo perfectamente.
Con la persistencia se mejora bastante y acabas automatizando toda la parafernalia. Pero sobre todo aprenden a eliminar todos aquellos movimientos y complementos que no sean necesarios para la función de conducción o en destino.
No soy J. Redin, pero quiero hacer una prueba. No entiendo como funciona esto y quiero saber como se hace para que no suplanten tu persona. ¿Qué es eso de URL? Tampoco quiero dar mi correo. Pero me apetece participar en algo así, nunca lo he hecho, no tengo idea de internet. ¿Podeis contestar?
¿Me ha hecho caso ya? Cambie de modelo. Todos no son iguales. Debería buscar uno con mayor equilibrio,más prestaciones y aerodinámico (que no aerofágico, no se confunda)Y sobre todo que sea potente, verá como recobra la ilusión. Siga mi consejo. Yo cambio de modelo constantemente y...¡menudas cilindradas he descubierto!Carajo, lo he vuelto a hacer. Porque usted...sigue hablando de una moto ¿verdad? No me centro, no me centro...
Le envío mil perdones, pero ¿podrá aplicar mi consejo tal vez? Un saludito.
Te inventas un nombre, creas una dirección de correo ficticia en cualquier sitio que te la den gratis, y la pones en la casilla correspondiente. El autor/a del blog la ve, y sabe que eres siempre tú. Los demás no la ven, pero se lo creen. Te tienes que fiar de que los autores de los blogs en los que escribas comentarios no van a suplantar tu personalidad. Aún así, a veces hay problemas de suplantaciones de personalidad. em blogs que no son de Blogalia a veces sale publicada la dirección de internet, conviene fijarse ante de ponerla si quieres que sga siendo secreta.
La URL es la dirección de una página de internet. Si tienes una página de internet personal y pones su URL todos la ven y pueden ir a visitarla (yo no tengo y no pongo nada).
Saludos.
Gracias a todos por sus ánimos. Les cuento que sigo con una sensación de vértigo cada vez que pienso en montarme en esa máquina infernal. La tengo atadita, por si pretende desbocarse, que nunca se sabe.
Ahora le explico (28) Hay muchos programas que le permitirán a usted crear su propia página. Esto que hacemos por aquí se llaman bitácoras (por diarios de navegación) o blogs y pueden tener comentarios o no. Si usted le pide a rvr (Victor Ruiz) que le permita crear una en Bloxus, estoy segura de que será usted bienvenido.
Jaio, siento no haberme dado cuenta de que a los tres días de que se hiciera la pregunta ibas a contestarle tú mucho mejor 10 minutos depués que yo. Me falló la bola de cristal :)
Jaio, lo dicho gracias por tus amables comentarios :)
El último me ha emocionad36o realmente: ¡cuanta seguridad en tan pocas palabras! Y esta vez casi escribes bien mi "nombre", a la próxima lo consigues ¡seguro! ¡a la tercera va la vencida! ;)
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He llegado a la oficina después de parar en todos los semáforos naranjas. Es una sensación nueva para mí, normalmente en naranja acelero. Tres asuntillos de nada y a la calle. Reunión a 6 kilómetros de la oficina. ¡Cómo! ¿No vas a ir en moto? ¡Pero si es lo mejor que puedes hacer, practicar por carretera! Razón llevas. A por ellos que son pocos y cobardes. Joder. ¡Cuánto se pegan los coches! Llego. Mierda. Las motos son para los decididos. Como dudes un segundo te caes con todo el equipo. Frío pelotero y yo con los guantes dentro del asiento. "A la vuelta me los pongo". ¡Y un huevo de paloma! El tío que me ha hecho ir hasta allí es imbécil. O me ha visto cara de gilipollas, que bien pudiera ser, o se ha creido que por ser mujer se me puede tomar el pelo. Me vuelvo. Orgullosa de mí más por la moto que por haberle dejado a ese con cara de faneca. A correos. Dos paquetes. La motxila va cargándose. Al otro correos. Otros dos libros. A la ferretería, "oiga, que estos tornillos no eran". Al cristalero, necesito topes transparentes, sí, como esos, deme dos docenas, juer qué caros. A la oficina. Descargo. Ahora con guantes. Adrenalina a tope. Las arrancadas en los semáforos me dan pánico. Ni qué decir cuando tengo que parar la moto, subirla en ese pedestal y ponerle el candado para una puñetera pregunta al de la librería, es demasiado para este cuerpo serrano que se han de comer los gusanos.
A las 5 de la tarde, como los toros, me he encaminado a meter ese mihura en el corral. Y entonces ha sucedido. Cientos de niños por las aceras, recién descargados del autobús escolar, cientos de coches intentando sobrepasar a esa moto que tarda tanto en entrar al garaje. Miedo escénico suficiente como para dudar al subir a la acera y zás. ¡Me he pegado una galleta de las de antología! Las ostias saben a vanidad maltrecha y el dolor más persistente es el del orgullo por los suelos.
2003 -2015
Jaio la espía