Sin que sirva de precedente
Los patos pueden hacer de todo aunque a medias. Aves que vuelan ¡pero cómo vuelan! Corren cual ellos mismos. Y ¿les habéis visto nadar? Pues eso, yo como los patos pero ¡sin que sirva de precedente!
Les prometo, les prometo, que mañana respondo a los comentarios de las tres últimas historias. Pero hoy no me puedo resistir a ponerles esto. Lo he recibido de una monja misionera. De las de verdad. De las que hacen callos trabajando junto a quienes le necesitan, sin hacer alarde de ello y con la certeza de que si algo se puede hacer por cambiar el mundo, ese algo es poquito y no está en manos de los poderosos. Pues lo que les decía. Es una traducción de un escrito de Mary E. Hunt una Doctora en Teología, cofundadora y codirectora de WATER (Women's Alliance for Theology, Ethics and Ritual).
En el principio, Dios gozaba de sí misma.
Se reía a carcajadas, y se reía mucho más
porque ello era bueno.
Se arrellanaba y sonreía.
Daba palmas con regocijo y se imaginaba
a sus hermanas danzando.
No hacía otra cosa que gozar, y eso era todo.
Dios sabía que había un trabajo por hacer:
un mundo por crear, personas por plasmar
y todo un cosmos por planear.
Vislumbraba, incluso, el capricho de que la creación
entrañara encuentros y de que hubiera
injusticias por rectificar, y seguía riendo,
sabiendo que al final todo redundaría en deleite.
No explicó a nadie en particular que el placer era,
en su intención, lo esencial de la vida:
el deleite es el primer principio.
Sabía que otras supuestas divinidades insistían
en el trabajo y la obligación.
Razonaba ella muy sagazmente que, si la alegría para todos
fuera la meta, todo el mundo podría reposar y
descansar, al menos gran parte del tiempo.
Sólo pensar en ello la hacía sonreír.
Años de luz más tarde,
cuando la creación vino a la existencia
y la gente empezó a abrirse camino con fatigas y sudores,
se dio cuenta de que su primer principio
había sido reemplazado por el trabajo y el dolor.
Así que envió un recordatorio de su legado.
Le dio diversos nombres: vacación, ocio,
relajación, recreo, diversión.
Algunos pensaron que era un vestigio de tiempos pasados.
Pero Dios sabía que era la auténtica realidad.
Lo llamó salvación.
Mary E. Hunt
No es bueno generalizar, claro. Siempre hay alguien dispuesto a quitarnos la razón. Claro que el Dios de esta mujer y el de mi monja no tiene nada que ver, me barrunto, con el de Rouco, por un suponer.
Salud, cultura, anarquía y buenos alimentos tengan ustedes
Yo creo que está mal la traducción: debería ser Dios se reía a carcajadas. Ahora mismo, si el tipo guarda un rescoldo de bondad, debe estar escondido en algún rincón de este universo en expansión, corrido de vergüenza y de remordimiento.
Vaya, hoy me levanté optimista otra vez.
Yo solita ya había llegado a la conclusión de que Dios es mujer, pero que además gozaba de si misma y a me parece la bomba. Que coño, pa eso es Dios...
Las monjas y teólogas suelen referirse a dios en femenino como una muestra más de la enorme brecha casi cismática que existe dentro de la iglesia por la cuestión de género y la falta de derechos de la mujer dentro de ella. La reivindicación del placer, el goce y la alegría es absolutamente subversivo viniendo de parte de una mujer y dentro de la iglesia. Por eso me encanta!!!!
Ñores, actualícense sus chips de antropología y mitología universal... las diosas madre de muchas tradiciones africanas le dan mucha importancia a su propio goce...
Y tengo entendido que para muchas de las religiones más primitivas Dios es mujer, tiene un sentido inmanente al ser humano y se le sitúa en el interior de la tierra.
Por contra, en la religiones más "modernas" Dios es hombre, tiene un sentido trascende a la persona humana y se el sitúa en el cielo, en las alturas.
Claro que no tiene nada que ver mi querida Jaio, el Dios de unos es un Dios que sirve para obtener el poder vendiendo un producto defectuoso. El otro trata de dar una explicación a la vida, y una explicación optimista y sin cadenas. Uno es un Dios de vida, el otro es un Dios de muerte.
¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.
Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.
Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.
Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.
Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.
No, Teki, no; Rouco es hombre, te lo digo yo que lo conozco desde mi más tierna infancia (somos de la misma ciudad). Te puedo asegurar que no tiene tetas y es más feo al natural que en las fotos.
Gracias a todas/os por sus comentarios. Les informo que mi monja favorita defiende(y creo que no se confunde mucho) que Dios es mujer y se hizo hombre porque siempre ha querido estar del lado de los más débiles. ¡¡¡Chúpate esa!!! :P
He encontrado tu blog por casualidad y me ha encantado. Creo que ya Juan Pablo I "El efímero" dijo: "Dios es Padre, pero sobre todo Madre". Supongo que pensar en un Dios hombre o mujer es tan irrelevante como decir que calza un 41, pero si lo que queremos decir es qué cualidades suponemos que puede tener, desde luego serán las femeninas de amor a la vida y a todas sus manifestaciones. Y desde luego a la alegría y al goce, incluido el "autogoce" ¡Faltaría mas!
Lo dicho, enhorabuena por tu blog; Salud, alegría y buenos alimentos