Aquí siempre hemos tenido una relación muy cercana con el agua. Agua de mar, agua de río, agua de lluvia.
Y dicen que el agua mueve molinos. Y también ferrerías. Como esta ferrería de "El Pobal" que todos los sábados, a las 12:00 abren la antepara y ponen en marcha el martillo pilón y los barquines. Un espectáculo que merece la pena.
Y Luis, en la herrería, con camisa de Pedro del Hierro eso sí, forja delante de los atónitos ojos de los chavales una barra hasta convertirla en un clavo. Clavo de forja, obviamente. O barrote retorcido de balconada.
Merece la pena la visita. Sí. Y si vienen por estos lares, no dejen de llamar, les acompañaré gustosísima.
Salud, cultura, anarquía y bellos lugares encuentren ustedes