Sin que sirva de precedente
Los patos pueden hacer de todo aunque a medias. Aves que vuelan ¡pero cómo vuelan! Corren cual ellos mismos. Y ¿les habéis visto nadar? Pues eso, yo como los patos pero ¡sin que sirva de precedente!
El peligro de las mujeres viciosas
(En el saco de: )
Hoy pensaba comentar con ustedes esta noticia que no tiene desperdicio. Pero se me ha cruzado en el camino este otro recorte sacado de la papelera y me he atragantado. Mirándome al espejo ando.
Sabía que iba a suceder, que tarde o temprano lo tendría que contar, pero lo
que no esperaba es que tuviera que ser precisamente hoy. Agárrese fuerte, Jaio.
Érase una vez un niño que estaba cuidando las vacas en un” prau” y paso por allí
una niña que se llamaba Rosiña . Rosiña era una niña morena, pelo negro, ojos
verdes y con un buen par de tetas. Paquiño, que así se llamaba el niño, y Rosiña
solían abrazarse y besarse a escondidas , entregándose con inocencia a esos
juegos solo aptos para adultos.
Pero eso tarde sucedió lo que tenía que suceder algún día. Al marcharse rosiña a
junto de su madre que le esperaba en un campiña cercana, Paquiño empezó a sentir
un deseo descontrolado que le llevo hasta unos zarzales que había al otro lado
del camino y agarrándose con fuerza y “miedo” su miembrecito no paraba de darle
meneitos hasta que llegó lo inesperado. Todo era confusión, un placer que no era
placer, un dolor que no era dolor… Maquino se metió la mano en el bolsillo y
sacó un pañuelo para envolvérselo y curar aquella maravillosa herida con la que
había inagurado, sin querer y sin saber, su más personal pantano, iba a decir
manantial, pero esta bien pantano. Con los ojos cerrados por la ignorancia
recogió las vacas y se fue a casa entre extraños pensamientos y dudosas
sensaciones . Al llegar a casa subió rápidamente a su habitación para bajarse
los pantalones y con mil cuidados quitarse el pañuelo y descubrir con asombro
que aquello, que se le escapaba al entendimiento, había cesado.
Es triste tener que descubrir muchos de los placeres de la vida bajo la
promiscuidad del pecado y la ignorancia. Los niños de la Galicia profunda éramos
así y así somos porque aún conservamos, fruto de tales circunstancias, esa
inocencia que tanto seduce.
de la mujer
sensual
no se ha
de esperar
trabajo serio
idea grave
labor fecunda
sentimiento limpio
ternura acogedora.
Bellísimo, se me saltan las lágrimas. Pobres mujeres sensuales del mundo, por más que consigais 4 de cada 5 orgasmos masturbándoos, os escribieron bellos poemas de envidia y rencor.
¡País! No me extraña que el ya ex-delegado del gobierno en el País Vasco dijera que cada vez se sentía más franquista, o algo así. Es que no te leía, Jaio.
Coincido con Pawley, yo creía que la mujer sensual era de otra manera, así tipo Marilyn Monroe, quizás. Lo que no entiendo muy bien es lo de "transparente las orejas", ¿cómo de transparentes? ¿o, quizás, traslúcidas? Claro que también se podría decir que son "luminosas" y la apariencia cambia, lo mismo que las mejillas, que si son de nácar en vez de descoloridas... ¿Y qué decir de los ojos profundos como pozos de misterio?
Ayer un amigo contaba en público que cuando era pequeño le decían que la curiosidad era "un vicio femenino". Supongo que serían ideólogos de la misma cátedra que sus amigos, Jaio. Ya sabe, esos que viven atormentados por su propio deseo y tratan de esconder su tormento en la niebla de las culpas ajenas.
PacoPenas descubrir muchos de los placeres de la vida bajo la promiscuidad del pecado y la ignorancia es la mejor manera que se me ocurre a mí de descubrir.
Caballero Akin: me temo que no hay mucha diferencia entre aquellos y estos. A los dichos me "repito".
Pezzzzz: ¡Cielos! ¿Cómo no me había percatado? Cierto. ¡Ay, esos poemillas dedicados a las mujeres fuertes de espíritu que saben distinguir el bien del mal! ¿Vale aquí decir eso de "Aquellos polvos trajeron estos lodos"? Y eso que afirma el psiquiatra y sexólogo Jesús Ramos habría que matizarlo. A mí, por ejemplo ¡me pegó un subidón leyendo esta historia...!
Señor Martin Pawley, usted es un sultán pervertido que mira a las mujeres virtuosas con auténtico interés libidinoso. Hágaselo mirar o le saldrán orzuelos.
nando: ¿se refiere usted a las orejas de las señoritas sensuales o a su falta de "limpieza moral y sueño de perfección"?
caboclo: estará usted conmigo que al moralista este le ha faltado decir que les corren garrapatas por ahín.
señor Vendell: solamente usted puede acabar haciendo paracer poético un reproche: tratan de esconder su tormento en la niebla de las culpas ajenas.
A ver, ejercicio de agudeza visual. Entre las señoritas que aperecen en esta fotografí: ¿cuál de ellas se parece más al retrato de la mujer sensual que describe el texto? Tienen ustedes diez segundos para responder. De premio un padrenuestro y tresavemarías. ¡Por guarros!
Tiene razón Vendell: El de la derecha es una fiel expresión de todo lo descrito en el artículo. Compruebelo: Es curioso leer nuevamente el contenido del artículo desde la perspectiva de quien lo escribe, quien está describiendo a sí mismo, pues si a ver vamos, ninguna mujer, en expresión plena de su sensualidad, jamás tendrá "triste todo su ser"...
Ese texto, mínimo, lo ha escrito Escrivá de Balaguer, Puaj. Perdón, corrijo: Escriba Balaguer, que el acento, la "v" y el "de" fueron cosa de su invención. Quedaba como más chic, ¿no? :/
A mi me gustaran muchísimo sus historias (aquí en Brasil llamamos “posts”, pues que los EUA... ya sabe... contaminan). Su texto fue una de mis primeras experiencias en “blogs” españoles y mucho me agradó. Dígame, ¿es un mujer viciosa? ¿Tiene las orejas transparentes? ;-)
¿Les confieso algo? soy muy viciosa pero les aseguro que no me veo detrás de las orejas cuando me miro al espejo ¡no son transparentes! ¡y miren que se podría sacar partido al asunto!
Y desde luego lo de la "barquilla a merced de las olas..." tampoco tiene desperdicio...